XES? LORENZO VARELA V?QUEZ
Traballo de investigaci? feito para Revista Raigame
O SEGUNDO EXILIO : M?ICO
Sendo derrotado o bando leal da democracia dende Figueres ?levado ?campo de concentraci? franc? Argel? / Saint-Cyprien (onde morre Antonio Machado) o d? 10 de febreiro de 1939.
CAMPO DE CONCENTRACI? DE ARG?ES (FRANCIA)
"Los internos se vieron alojados en barracas temporarias rodeadas, por un costado, por alambradas electrificadas, mientras que por el otro lindaban con el mar. Las barracas ten?n techos de hierro corrugado, carec?n de electricidad y de muebles, y los internos s?o contaban con camastros de paja. Se congelaban en invierno y se asfixiaban en verano. Los dibujos de los artistas representan a los internos semi desnudos. Los alimentos eran escasos y los utensilios que utilizaban para comer eran latas de sardinas y pedazos de madera. La falta de facilidades sanitarias adecuadas y de espacio suficiente aumentaron la incidencia de las enfermedades" ( Fonte: https://art.holocaust-education.net/ )
Logo, liberado por intelectuais e artistas franceses, emigra novamente , embarcando o 23 de maio de 1939 no vapor franc? “Sinaia” partindo de S?e, esta vez a M?ico onde chega o 13 de xu? ?porto de Veracruz sendo recibido por 20.000 persoas que agardan os case 1600 exiliados, entre elos o reciben os seus amigos Le? Felipe, Jos?Bergam? , Miguel Prieto e outros.
As?o conta S?chez Barbudo:
"Fuimos Gil-Albert y yo a embarcarnos a un
puertecillo que estaba no lejos de las playas en las que a? sufr?n y esperaban
miles de refugiados (...). Por el camino se unieron a nosotros Gaya y Lorenzo
Varela, que hab?n estado en Toulousse e iban tambi? a embarcar" (Fonte:
vieiros barcelona, helena g?zalez)
Nese barco ?n tam? o fot?rafo coru?s Francisco Souza Fern?dez, Jos?Caridad Mateo, que fundou en M?ico a revista Saudade, e Ram? Iglesias Parga, historiador e profesor na UNAM e en universidades dos Estados Unidos. Tam? viaxaba o fil?ofo Adolfo S?chez V?quez, que relatou as?aquela traves? para A Nosa Terra: "Despois das calamidades que sufrimos, lembro unha grande ilusi?. Durante a expedici? desenvolv?se unha intensa vida cultural e mesmo se publicou un xornal. Coincid? na viaxe co poeta galego Lorenzo Varela. Cami?bamos cara un pa? que nos brindaba a posibilidade de refacer a nosa vida".
Al?tam? leva unha activa vida intelectual, incorp?ase ?consello de redacci? de “Taller” dirixida por Octavio Paz, con quen traba amizade.
En 1940 ?co-fundador da revista cultural “Romance” (a). Pouco tempo despois ? destitu?o como redactor desta revista (b) , o que o leva a voltar a emigrar, pasando por Cuba e chegando a Bos Aires no 1941.
Na ?oca en M?ico escribe un conto na revista “Romance”, publicado no n?ero XIV, pags. 5-14 Segundo fai referencia J. Qui?nes: “En la difusi? de la narrativa breve gallega en el exilio tuvieron mucha importancia las revistas; en Galicia Emigrante , se publicaron cuentos del orensano Jos?N?ez B?; en Romance , el poeta Lorenzo Varela public? en agosto de 1940, el cuento de ambiente gallego 'El ilusionista' " (3)
(a) Antonio S?chez Barbudo, en la introducci? a la edici? facsimilar de Romance, dice: “El 13 de junio de 1939 entraba en el puerto de Veracruz el Sinaia. [...] Ahora est?amos en la Nueva Espa?, en un pa? de nuestra lengua, libres, acogidos. [...] Est?amos en otra Espa?. Una Espa? trascendida, dir?se, dilu?a, m? extensa. [...] Fue el encuentro con la lengua, la alegr? y la sorpresa de hallarnos de pronto en un pa? de nuestra lengua, aunque en otro mundo, la impresi? fue honda y duradera. [...] Y de ah?el t?ulo Romance que se le ocurri?a Lorenzo Varela”.
( Fonte : Antonio S?chez Barbudo, “Introducci? a Romance”. Revista Popular
Hispanoamericana, Duvermann K. G., Nendelniechtenstein, 1974 [Ed. facsimilar.
N?s. 1o. febrero 1940 a 31 mayo 1941, M?ico].
(b) As?pues, es innegable la presencia del sentimiento del ser espa?l en todos
los exiliados, principalmente en su relaci? con respecto al medio mexicano en
el que deb?n intentar integrarse. La revista Romance fue ejemplo de que no era
imposible la tarea de la asimilaci? a la realidad americana. La decisi? de
cortar las alas a ciertas tendencias se refleja con claridad. No se habla de
Espa? tanto como podr? haberse esperado. Con honestidad reconocen: “Cometimos
sin embargo el gran error de permitir, aunque ello no fuera en verdad una
decisi? deliberada, que todos los miembros de la redacci? de Romance fueran
refugiados espa?les, lo cual adem? de grosero, era sin duda inconsistente con
nuestro proclamado deseo de colaborar ?timamente con los mexicanos”.
El equipo de redacci? fue cesado y dirigieron una carta al p?lico bajo el
nombre de “El caso de Romance”, en donde declararon que la empresa cultural
iniciada por Romance continuar? libremente. Firmaban el escrito Juan Rejano,
Miguel Prieto, Lorenzo Varela, Antonio S?chez Barbudo, Adolfo S?chez V?quez y
Jos?Herrera Petere, con fecha del 5 de octubre de 1940.
Entre las causas del rompimiento de Romance con el
cuerpo directivo de espa?les exiliados, adem? de los intereses particulares de
los patrocinadores, est? las desaveniencias con los j?enes redactores que
tardaron poco en aflorar.
(Fonte de informaci?: Utop? y profec? del Nuevo Mundo en el exilio
republicano en M?ico, Claudia Mac?s Rodr?uez)
Contexto de la ?oca: M?ico ayuda a Espa?
"... Alrededor del 10 de junio llegar?a Veracruz el vapor Sinaia..." (Resumen)
Durante la Guerra Civil espa?la de 1936-1939, el gobierno mexicano presidido
por L?aro C?denas (1934-1940), defendi?al r?imen republicano en el terreno
de la diplomacia, al tiempo que iniciaba la instrumentaci? de una pol?ica de
asilo que primero se aplic?a grupos restringidos y termin?abri?dose a todos
los derrotados que quisieran viajar a tan remoto pa? y que pudieran conseguir
un pasaje mar?imo
Las gestiones cristalizaron en la primavera de 1939 con la salida del primer barco, el Sinaia, rumbo al puerto de Veracruz. A bordo, quienes buscaban refugio seguro escribieron un diario mientras en M?ico, el secretario de Gobernaci? se preocupaba y daba cuenta al Presidente, de las medidas que se tomaban para recibirlos debidamente y de las noticias que le iban llegando acerca de quienes, habi?dose acogido a su protecci?, estaban, ahora s? por llegar.
Desde pr?ticamente el inicio de la Guerra Civil, M?ico hab? prestado ayuda al gobierno de la Rep?lica de diversas maneras: vendi?dole armas a solicitud expresa del embajador Gord? Ord?, la primera vez en fecha tan temprana como agosto de 1936 (CERM "LC", FLC, c. 28, carp. 5, doc. 1), apoyo poco significativo en t?minos pr?ticos, y desde marzo de 1937, mediante las brillantes intervenciones de su delegado ante la Sociedad de las Naciones, Isidro Fabela, quien efectu?un grande si bien infructuoso esfuerzo diplom?ico, encaminado a poner en evidencia la abierta intervenci? de Italia y de Alemania en el conflicto, y a la vez la complicidad cobarde de la Gran Breta? y de Francia al imponer a la Asamblea los principios del Comit?de no Intervenci? en los asuntos internos de Espa?. (Idem, M, rollo 12, I? parte). L?ARO C?DENAS, PRESIDENTE DE M?ICO EN ESE ENTONCES
Fabela en nombre del presidente C?denas dec?: Bajo los t?minos "no intervenci?" se escudan ahora determinadas naciones de Europa para no ayudar al Gobierno espa?l leg?imamente constituido. M?ico no puede hacer suyo semejante criterio ya que la falta de colaboraci? con las autoridades constitucionales de un pa? amigo es, en la pr?tica, una ayuda indirecta -pero no por eso menos efectiva- para los rebeldes que estan poniendo en peligro el r?imen que tales autoridades representan. Ello, por tanto, es en s?mismo uno de los modos m? cautelosos de intervenir. (Idem, c. 28, carp. 5, doc. 3).
ante la inminencia de la derrota de los defensores del orden constitucional, la administraci? cardenista se avoc?a instrumentar una pol?ica de asilo caracterizada por su gran amplitud y suma calidez. Al respecto Fernando Ben?ez reproduce el breve di?ogo sostenido entre L?aro C?denas y uno de sus secretarios de Estado: " -?Quiere usted que vengan sin una previa selecci?? –A los que han luchado en su pa? en favor del gobierno legalmente constituido, no se les puede ofender con un interrogatorio. Debemos recibirlos a todos." (Ben?ez, 1980, p.177).
La mayor parte de quienes debieron salir de Espa? al triunfo de las tropas de Francisco Franco, cruzaron la frontera francesa en condiciones extremadamente dif?iles. Muchos de ellos fueron internados en campos de concentraci? donde pasaron hambres y fr?s terribles y donde sufrieron humillaciones y malostratos por parte de las autoridades francesas.
La mayor? eran j?enes, muchos ten?n ni?s, hab? familias completas de tres generaciones, viajaron sobre cubiertas, en bodegas, en camarotes compartidos con desconocidos; se registraron muertos y nacimientos a bordo y durante las traves?s, algunos organizaron conferencias, c?culos de lectura, coros y grupos de baile y hubo quienes se pusieron a estudiar historia y geograf? de M?ico.
Mi padre nos platicaba, que en alg? momento de la trayectoria de la llanura costera veracruzana al altiplano, le se?l?a mi mam?una alta cumbre nevada y le dijo: mira Carmen, esa monta? se llama Citlalt?etl, que quiere decir Cerro de la Estrella.
(Testimonio oral de Proudhon Carb?. VAPOR SINAIA
Cuando el Sinaia atrac?en Veracruz, Garc? T?lez estaba en el muelle
acompa?do de varios colaboradores suyos, de representantes del Poder
Legislativo, de diversas delegaciones sindicales y de Vicente Lombardo Toledano,
secretario general de la m? importante central obrera del pa?. El
representante del Ejecutivo Federal dio la bienvenida a los pasajeros con las
siguientes palabras:
"No os recibimos como n?fragos de la persecuci? dictatorial a quienes
misericordiosamente se arroja una tabla de salvaci?, sino como a defensores
aguerridos de la causa republicana y de la soberan? territorial, que lucharon
contra la maquinaria opresora al servicio de la conspiraci? totalitaria
universal. El gobierno y pueblo de M?ico os reciben como a exponentes de la
causa imperecedera de las libertades del hombre…" (Su?ez, 1986, p.372).
DESEMBARCO DEL SINAIA EN EL PUERTO DE VERACRUZ
Y en ocasi? de los cincuenta a?s de aquellos acontecimientos, Adolfo S?chez V?quez, actualmente profesor em?ito de la Universidad Nacional Aut?oma de M?ico, ley?en el puerto jarocho al pie de una estatua de mi General, un texto evocador de aquellos momentos, del cual transcribo aqu?un fragmento:
"Finalmente, mi memoria registra v?idamente el t?rido mediod? del 13 de
junio…en que empezamos a desembarcar en este puerto. Y registra no s?o la cauda
incontenible de impresiones sonoras y visuales y el r? jubiloso que se
desbordaba en nosotros al pisar al fin tierra libre, sino la intensa emoci? que
nos sacude todo el cuerpo ante los veinte mil obreros que nos saludan en el
muelle agitando sus brazos, alzando sus estandartes y pancartas entusiastas y
lanzando sus entusiastas v?ores. Un espect?ulo inolvidable ante el que se
acrecienta nuestra emoci? con las palabras c?idas, alentadoras de los altos
representantes del gobierno y del pueblo mexicanos, Garc? T?lez, G?ez Maganda
y Lombardo Toledano, que se dirigen a nosotros desde el balc? del Ayuntamiento
de Veracruz…" (Sinaia, edici? facsimilar, 1989, p. 12).
FUENTE DE INFORMACI?:
1) N?ero extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocr?ica
(Actas del Coloquio)
"…ALREDEDOR DEL 10 DE JUNIO LLEGAR?A VERACRUZ EL VAPOR SINAIA…"
Margarita Carb?nbsp;
Universidad Nacional Aut?oma de M?ico
2) Sinaia, Diario de la primera expedici? de republicanos y espa?les a M?ico
Fondo de Cultura Econ?ica
Instituto mexicano de Cooperaci? Internacional, Universidad de Alcal?/p>
Edici? facsimilar