El compositor Rogelio Groba finaliza su quinta ?era inspirada en la figura del noble gallego ?Pedro Madruga?
(NOTA DE PRENSA -19/sept./2002)
El compositor pontevedr? Rogelio Groba, ha finalizado recientemente
la composici? de la que es su quinta ?era, inspirada en la figura del noble
gallego del siglo XV Pedro ?varez de Soutomaior, popularmente conocido como
?Pedro Madruga?, sobre un texto del periodista y escritor Manrique
Fern?dez.
Se trata de la quinta ?era de Rogelio Groba: la segunda inspirada en un
personaje hist?ico de Galicia tras ?Mar? Pita, la fuerza de la libertad? (con
letra del propio Groba), y la segunda escrita en colaboraci? con Manrique
Fern?dez tras ?Floralba? (inspirada en una leyenda popular medieval). Adem?,
Groba cuenta en su cat?ogo con las ?eras ?Divinas palabras?, en la que pone
m?ica al texto hom?imo de Ram? Mar? del Valle-Incl?, y ?Cami?s de
Rosal??, con libreto de Maruxa Villanueva sobre textos de Rosal? de Castro.
El personaje
El t?ulo de la nueva obra es ?Pedro Madruga, o noso Rei?, y en ella se
relatan las peripecias del noble gallego del siglo XV Pedro ?varez de
Soutomaior, conocido popularmente por el sobrenombre de ?Pedro Madruga?,
y sus intervenciones en la segunda Revuelta Irmandi? y, principalmente,
en la guerra que enfrent?a Juana ?La Beltraneja? con Isabel ?La
Cat?ica? por el trono de Castilla.
?Pedro Madruga?, hijo bastardo de Fern? Y?ez de Soutomaior, se hace cargo de
la Casa a la muerte de su hermanastro Alvar P?z de Soutomaior, que no dej?
descendencia. Fue en 1468, durante la segunda Revuelta Irmandi?, cuando los
nobles gallegos se vieron obligados a refugiarse fuera de Galicia tras la
p?dida de sus tierras en manos del campesinado sublevado. Desde la villa
portuguesa de Cami?, ?Pedro Madruga?, junto con otros nobles gallegos, fue uno
de los principales impulsores de las luchas que pusieron fin al levantamiento
popular y devolvieron sus posesiones a los nobles.
Fue el nacimiento del mito. De esp?itu belicoso y pendenciero, su fama de
sanguinario y cruel se fue extendiendo por todo el sur de Galicia. En sus
momentos de esplendor, lleg?a dominar la totalidad de lo que hoy es la
provincia de Pontevedra as?como el sur y el oeste de Ourense, el sur de A
Coru?, la comarca lucense de Chantada y el norte de Portugal.
Tras la muerte de Enrique IV, Pedro Madruga dirigi?a un grupo de nobles
gallegos y al monarca portugu? Afonso V, en la guerra que enfrent?a la hermana
y a la hija del fallecido, Isabel ?La Cat?ica? y Juana ?La Beltraneja?,
respectivamente, por hacerse con la corona castellana. Los nobles gallegos, que
tomar?n parte por la segunda, fueron derrotados.Tras la guerra, las
provocaciones continuas de Pedro Madruga y sus innumerables acciones contra la
Corona fueron debilitando su poder hasta que, en 1486, falleci?en Alba de
Tormes, cuando preparaba una entrevista con Fernando ?El Cat?ico?.
Se trata, sin duda, de una figura de gran fuerza dentro de la historia medieval
gallega. Tal es as?que existen numerosas leyendas en torno a este curioso
personaje, divulgadas a lo largo de los a?s por el pueblo llano, que a pesar de
su crueldad para con sus enemigos, lleg?a considerarlo como ?su Rey?. Se dice
de ? que ten? gallos amaestrados que lo despertaban antes del amanecer para
prepararse para sus luchas (de ah?su sobrenombre); que era el m? fiero y
sanguinario de los nobles gallegos de la ?oca; que repart? parte del bot?
obtenido en sus correr?s con sus vasallos como un ?Robin Hood? a la gallega;
que fue el introductor en Galicia de las armas de fuego tras pactar con unos
corsarios flamencos fondeados en la bah? de Vigo; que encerr?a Diego de Muros
en un calabozo dise?do por ? que s?o dispon? de un peque? agujero para
entrar y que luego hizo engordar al prisionero para imposibilitar su hu?a...
La obra
En la ?era, las peripecias de Pedro Madruga son relatadas por algunos de sus
principales enemigos, como el Arzobispo de Compostela, Alonso de Fonseca; el
Obispo de Tui, Diego de Muros; o el Conde de Benavente, Rodrigo Pimentel, el
?ico que consigui?llevarlo a prisi? por per?do de un a?. La acci? se
desarrolla en diversos escenarios de Galicia y el norte portugu?, con especial
presencia de Santiago de Compostela (A Coru?), Cami? (norte de Portugal) y
diversos lugares de Pontevedra (Soutomaior, Baiona, Salvaterra de Mi?...)
?Pedro Madruga, o noso Rei? es una extensa ?era casi ?ica, dividida en cuatro
actos y 19 escenas, y con una extensi? que supera las dos horas y media. De
contenido preponderantemente belicista, destacan por su fuerza los papeles
masculinos: el propio Pedro Madruga (tenor ?ico), Alonso de Fonseca (bar?ono),
Diego de Muros (bajo) o Vasco de Aponte (tenor), uno de los pocos personajes,
este ?timo, que no se atienen al rigor hist?ico del texto (fue un genealogista
e historiador que vivi?varias d?adas despu?, principal fuente de informaci?
sobre la figura de Pedro Madruga, pero que aparece en el texto como un joven
criado de Alonso de Fonseca interesado en la figura del noble rebelde).
Respecto a los papeles femeninos, destacan la Reina Isabel (mezzosoprano), la
joven Juana ?La Beltraneja? (soprano ligera), o la esposa del protagonista,
Teresa de T?ora (soprano). El coro, que representa en casi todo el texto al
pueblo llano, est?pensado con una composici? mixta y de grandes dimensiones,
al igual que la orquesta.
Tanto el libreto como la m?ica tratan de reflejar la personalidad y avatares de
este curioso personaje, pero tambi? el entorno en el que se desenvuelven los
distintos momentos as?como las peculiaridades de cada uno de los protagonistas.
Para ello se ha recurrido a t?nicas que podr?mos considerar ?cl?icas?,
acordes a la ?oca que se refleja, pero fundi?dolas con otras m? ?modernas?.
As? el libreto est?escrito ?tegramente en verso intercalando fragmentos
compuestos en estrofas tradicionales con otros en los que se utiliza el verso
libre; la m?ica, por su parte, recurre a la inspiraci? medieval o de ?dole
religiosa, con incursiones en est?icas sonoras m? acordes con nuestro tiempo.
El resultado es una obra ecl?tica y multidisciplinar en lo que a su aspecto
est?ico se refiere, y en la que se desarrollan t?nicas diferentes
perfectamente ensambladas.
La elaboraci? de esta ?era se ha prolongado por espacio de casi dos a?s,
dando como resultado un libreto de 73 p?inas y una partitura que se extiende a
lo largo de 1.150 p?inas.
Los autores
Rogelio Groba (Gul?s - Ponteareas, 1930), no necesita presentaci?.
Considerado como uno de los baluartes esenciales de la m?ica culta gallega, su
trabajo a lo largo de medio siglo de composici? le hace acreedor de uno de los
cat?ogos m? prol?icos y de mayor calidad de la m?ica espa?la del siglo XX.
As?lo avalan los numeros reconocimientos y distinciones que ha cosechado a lo
largo de todo este tiempo. En su haber figuran alrededor de 300 composiciones de
los m? variados estilos, que cubren m? de 40 horas de m?ica.
Manrique Fern?dez (Cospeito – Lugo, 1965) se ha convertido en
colaborador asiduo de Groba en los ?timos a?s. Juntos acaban de firmar esta
segunda ?era (tras ?Floralba?), a las que habr? que a?dir una cantata y una
canci? de cuna. Es, adem?, el autor de la biograf? del compositor, publicada
bajo el t?ulo ?Meditaci?s en branco e negro?, as?como de los libros de poemas
?Floralba? y ?Ponteareas m?ica?.
ROGELIO GROBA GROBA Y MANRIQUE FERN?DEZ
(Fot?rafo: Iago Mart?ez)
Agradecemos al Sr. Manrique Fern?dez por enviarnos esta nota de prensa de d? 19 de septiembre de 2002 para su publicaci?.